Ambientado en un distinguido salón que nos recuerda un típico restaurant de la zona de la Toscana en Italia, el restaurant nos ofrece la posibilidad de disfrutar no solo de una buena comida, sino la de un entorno de tranquilidad no demasiado común en este tipo de establecimientos.

Con una propuesta gastronómica clásica elaborada en base a la experiencia de años de Marcelo Piégari y una atención a la altura del lugar, el establecimiento es ideal para almuerzos de negocios, una cena romántica o simplemente para disfrutar una cena con amigos.